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Descansa la vista de la lectura prolongada mirando durante unos minutos a lo lejos cada media hora, aproximadamente.
Mantén siempre una distancia mínima de 30 a 40 cm. entre el libro y los ojos. Un atril te puede ayudar a mantener la distancia ideal.
Preferiblemente coloca la zona de lectura o estudio frente a una ventana para que la vista pueda relajarse.
La iluminación es importante. Utiliza una luz general y otra específica (60W es suficiente) que venga de la izquierda, en el caso de los diestros, o desde la derecha, si eres zurdo. Así podrás evitar sombras.
La presbicia o, como se conoce comúnmente, la vista cansada es un problema visual que suele hacer aparición a partir de los 40. Esto se debe a que a esa edad nuestro cristalino empieza a perder elasticidad, haciendo cada vez más difícil desarrollar con precisión tareas que necesiten una visión nítida de cerca, como son leer o escribir. Para intentar corregirlo es común tratar de alejar el objeto hasta poderlo ver con claridad. En todos los casos de presbicia la solución pasa por unas gafas o lentillas.
Image courtesy of Stuart Miles FreeDigitalPhotos.net
Disfruta del aire libre
El sol es un gran peligro para tus ojos. Protégelos de las radiaciones ultravioletas con unas gafas de sol que posean el filtro adecuado al uso que le queramos dar.
Evita exposiciones intensas y continuadas a las radiaciones ultravioletas sin protección, ya que pueden causar importantes trastornos oculares que afecten a la córnea, a la conjuntiva en forma de alteraciones celulares cancerígenas y/o en el cristalino en forma de cataratas.
Playa, mar, montaña o nieve. Sea cual sea tu destino no olvides nunca llevar contigo unas gafas de sol con sello de garantía de la CEE.
A la hora de conducir...
Utiliza siempre las gafas o lentes si las necesitas para conducir.
Usar gafas de sol, sean o no graduadas, reduce la fatiga ocular y el exceso de claridad.
En caso de utilizar gafas es recomendable que estén equipadas con cristales antireflejantes. Los ojos ganarán entre un 7% y un 14% más de luz. O lo que es lo mismo, una mayor transparencia de los cristales.
Es recomendable llevar unas gafas graduadas en el coche siempre que conducimos.
Tus gafas también requieren un mantenimiento
No utilices pañuelos de celulosa para limpiar tus gafas. Se recomienda el uso de gamuzas limpiadoras para el mantenimiento diario.
Recuerda siempre humedecer los cristales antes de limpiarlos. Esto evitará que las partículas residuales de polvo puedan rallar el cristal.
No utilices detergentes caseros para limpiar tus gafas ya que pueden dañar la superficie del cristal.
Al limpiar tus gafas, sujétalas por el aro del cristal que estás limpiando para evitar tensiones en la montura.
Deja las gafas siempre boca arriba para evitar posibles rayadas en los cristales.
Siempre que sea posible, guarda tus gafas en su funda. Las protegerás a la vez que evitas posibles roturas, rayadas o acumulación de polvo.
Evita llevar las gafas puestas al aplicarte lacas o colonias, ya que estos productos pueden dañar el material de la montura.
No dejes las gafas cerca de una fuente de calor si su montura o cristales son de material plástico.
Mejora su salud ocular
Fijar en exceso la vista, trabajar con el ordenador demasiadas horas, leer con una iluminación deficiente... Todos estos factores de la vida cotidiana pueden afectar negativamente a nuestra salud visual y calidad de vida.
Por eso, el Colegio Nacional de Ópticos y Optometristas recomienda realizarse una revisión completa de la vista cada año, como la mejor garantía de prevención.